Primero negro y luego blanco
- Pablo Felipe
- Jun 27
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Updated: Jun 28
Por: Pablo Felipe Blanco
Acto 1 (origen). Llega la luz.
Deslumbrarse es primero negro y luego blanco. Es la embestida de cara, el soportarlo y abrir los ojos. ¿De qué sirve la luz si estás de espaldas, más que para proyectar tu sombra más allá?

Se arrastra la sombra,
sinuosa
y
pesada.
Acto 2 (revelación). El contraste.
Un dibujo no puede contar nada sin contraste. El árbol, dotado de matices, no se entiende a sí mismo hasta que se mancha de sombra. En ese momento, los detalles se transforman en cicatrices y emerge la historia detrás de la historia; surge el volumen, el conflicto y la identidad. Sin contraste, sin la sombra tras la luz, todo es plano.

Acto 3 (desconfianza). El valle inquietante
Un rayo de sol en contacto con la cara, la radio de una vecina, el rumor del ventilador a toda potencia. ¿Han sido siempre así?
El sol me ilumina
Pero no siento el aire
Juraría que todo esto es real
No solo un reflejo más de mi mente
Atrapada
Y es que no creo que esta sea mi suerte
No recuerdo llegar
Quizás sea el cielo y me haya ido de verdad
Y ya nunca vuelva a ver la vida real
la vida real - La Plata (2024)

Acto 4 (permanencia). La sombra que permanece.

A contraluz, las figuras se proyectan y se plasman en la piel. Se marcan las ramas y todo lo que tienen que contar. Pasado un tiempo, la piel olvida que es piel, y volver se intuye imposible. Las figuras ya se han apropiado del cuerpo; las piernas y brazos, antaño seda fina, son ahora poco más que títeres de la nostalgia.
¿Qué hago ahora con vosotras?

こもれび - “la luz que se filtra a través de las hojas de los árboles”
Perfect days - Wim Wenders (2023)

Tanto las sombras como la luz forman parte de ti. Te han transformado y otorgado perspectiva.
¿Qué quieres hacer con ellas?
Sin más, habitar el espacio intermedio, entre la sombra y la luz, y disfrutar de lo que ofrece:
la brisa

el respiro

el gozo

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